Hola soy un chico amante de las aves. Con este blog quisiera compartir mis experiencias y conocimientos ornitológicos. Espero que os guste.
miércoles, 7 de diciembre de 2016
GOLONDRINA COMUN
La golondrina común o andorina (Hirundo rustica) es un ave de hábitos migratorios perteneciente a la familia de los hirundínidos, dentro del orden de los paseriformes. Se trata de la golondrina con la mayor área de distribución en el mundo. Habita en Europa, Asia, África y América.
Existen seis subespecies de golondrina común, que se reproducen a lo largo del hemisferio norte. Cuatro de ellas son fuertemente migratorias y sus cuarteles de invernada cubren gran parte del hemisferio sur, llegando a Argentina central, Sudáfrica y el norte de Australia.[4] Su vasta área de distribución y enorme población implican que la especie se encuentra fuera de peligro de extinción,[1] [2] aunque pueda haber decrecimientos poblacionales locales debido a amenazas específicas.[4] [5]
La golondrina común es un ave de campo abierto que normalmente utiliza estructuras construidas por el ser humano para reproducirse y que, en consecuencia, se ha diseminado con la expansión humana. Construye nidos en forma de taza,[6] con bolitas de barro en graneros y construcciones similares y se alimenta de insectos que atrapa en vuelo.[7]
Su alimentación insectívora contribuye a la tolerancia de los humanos hacia esta especie; en el pasado esta aceptación se vio reforzada por supersticiones respecto del ave y su nido. Ha habido frecuentes referencias culturales a la golondrina común en escritos literarios tanto debido a su proximidad con el ser humano como por su migración anual.[8]
Se trata de un ave pequeña.[9] El macho adulto de la subespecie nominal (H. r. rustica) mide entre 17 y 19 cm de longitud, incluyendo los 2 a 7 cm de las elongadas plumas externas de la cola. Tiene una envergadura de entre 32 y 34,5 cm y pesa entre 16 y 22 gramos. Su parte superior es azul metálico y su frente, barbilla y garganta, rojizos. Una gruesa franja azul oscuro separa la garganta del pecho y abdomen blancuzcos. Las plumas externas de la cola son elongadas, lo que le brinda el distintivo aspecto profundamente ahorquillado de las golondrinas. Presenta una línea de manchas blancas a lo largo del extremo externo de la parte superior de la cola.[7] La apariencia de la hembra es similar a la del macho, pero las plumas de la cola son más cortas, el azul de la parte superior y de la banda del pecho es menos lustroso y el pecho y abdomen son más pálidos. El juvenil es más marrón y exhibe una cara rojiza más pálida y partes inferiores más blancas; carece de las largas plumas de la cola de los adultos.[4]
La distintiva combinación del rostro rojizo y la banda pectoral azul facilitan la distinción entre la golondrina común adulta y las especies africanas de Hirundo y de la golondrina australiana (Hirundo neoxena), cuya área de distribución se superpone en Australasia.[4] En África, la cola más corta de los juveniles puede producir una confusión con el juvenil de la golondrina de pecho rojo (Hirundo lucida), pero esta última presenta una banda pectoral más angosta y más blanco en la cola.[10]
La canción de la golondrina común es un gorjeo alegre que a menudo termina en un su-seer en el que la segunda nota es más alta que la primera si bien su altura tonal es decreciente. Los llamados incluyen un witt o un witt-witt o un fuerte splee-plink cuando están exaltadas o cuando intentan ahuyentar depredadores de las cercanías del nido.[7] Los llamados de alarma incluyen un agudo siflitt para depredadores como los gatos y un flitt-flitt para aves de presa.[11] Esta especie es bastante tranquila en sus cuarteles de invernada.[12]
La muda de las plumas de vuelo tiene lugar en los cuarteles de invernada, lo que dificulta la identificación subespecífica de los individuos en invierno. La muda posnupcial es muy gradual y en Europa comienza en agosto antes de la migración con la muda del plumaje corporal y a veces con la de las plumas cobertoras medias de las alas. En la India, la muda se produciría lenta e irregularmente, extendiéndose sobre la mayor parte del invierno y no habiendo concluido aún en abril en algunos especímenes.[6]
A diferencia de los vencejos (Apus apus), las golondrinas se pueden posar horizontalmente, ya que la longitud de sus patas les proporcionan un apoyo adecuado para iniciar el vuelo de nuevo desde el suelo.
La golondrina común fue descrita como especie por Carlos Linneo en 1758 en la décima edición de su obra Systema naturae bajo el nombre científico de Hirundo rustica.[13] Hirundo significa “golondrina” en latín; rusticus quiere decir “campestre”. Es la única de las especies del género Hirundo que se ha extendido a las Américas, siendo la mayoría de ellas nativa de África.
Existen pocos problemas taxonómicos dentro del género, si bien la golondrina de pecho rojo (Hirundo lucida) ―una especie sedentaria del oeste de África, la cuenca del Congo y Etiopía― era anteriormente considerada una subespecie de golondrina común. La golondrina de pecho rojo es ligeramente más pequeña que su pariente migratorio, presenta una franja pectoral azul más angosta y las plumas de la cola de los adultos son más cortas. En vuelo, exhibe una coloración más pálida en sus partes inferiores.[10]
El hábitat preferido de la golondrina común es campo abierto con vegetación baja, como pasturas, prados y terrenos agrícolas, preferentemente con agua en las cercanías. Esta golondrina evita áreas de vegetación densa, empinadas o muy urbanizadas. La presencia de estructuras abiertas y accesibles como graneros, establos y tajeas que proporcionen sitios de nidificación y de ubicaciones expuestas como cables, bordes de techos y ramas desnudas para posarse también son importantes en la elección de esta ave de sus lugares de reproducción.[7] [9] Durante la migración, tiende a volar sobre áreas abiertas, a menudo cerca del agua o bordeando cadenas montañosas.[9]
Se trata de una especie diurna y migratoria. A menudo son observadas en grandes grupos posados sobre cables de teléfono u otras estructuras elevadas. Anidan en colonias, probablemente debido a la distribución de los sitios de nidificación de alta calidad. Emplean tanto vocalizaciones como lenguaje corporal (posturas y movimientos) para comunicarse. Cantan individualmente y a coro. Presentan una amplia variedad de llamados utilizados en diferentes situaciones: llamados de alarma en presencia de depredadores, llamados de cortejo y llamados para los polluelos en el nido. Los polluelos emiten un trino débil cuando piden alimento. Las golondrinas comunes también producen chasquidos cerrando las mandíbulas rápidamente.[
La golondrina común tiene hábitos similares a otros insectívoros aéreos, incluyendo otras especies de golondrinas y los filogenéticamente desvinculados apódidos. No es un volador particularmente veloz, con una velocidad estimada de unos 11 metros por segundo, de hasta 20 metros por segundo, y un batimiento alar de aproximadamente 5 y hasta 7 o 9 veces por segundo,[33] [34] pero tiene la maniobrabilidad suficiente para atrapar insectos en vuelo. A menudo se la ve volando a alturas relativamente bajas en áreas abiertas o semiabiertas.
La golondrina común bebe rozando el agua de lagos o ríos en vuelo.[9] Se baña dando chapuzones en el agua por un instante mientras vuela.[24] También es capaz de alimentar a sus polluelos mientras vuela.[9]
Las golondrinas comunes se reproducen generalmente entre mayo y agosto, pero esto varía mucho según el lugar. Pueden reproducirse ya en la primera temporada reproductiva posterior a su nacimiento. Generalmente, las golondrinas jóvenes no depositan tantos huevos como las mayores.[9]
Estas aves asedian a intrusos tales como los gatos y aves del género Accipiter que se aventuran en las cercanías del nido, volando muy cerca de estos depredadores.[36] El parasitismo de puesta por parte de tordos cabecicafé (Molothrus ater) en América del norte y de los cucos en Eurasia es infrecuente.[7] [9] Al menos en lo que respecta al tordo cabecicafé, se han registrado casos en los que el polluelo parásito fue criado exitosamente y logró abandonar el nido, lo que demuestra que la golondrina común es un huésped adecuado para esta especie.[9]
Se ha registrado la hibridación de la golondrina común con el avión roquero americano (Petrochelidon pyrrhonota) y la golondrina de cueva (Petrochelidon fulva) en América del norte, y con el avión común (Delichon urbicum) en Eurasia. De este último entrecruzamiento resulta uno de los híbridos paseriformes más comunes.
Los machos regresan a las áreas de reproducción antes que las hembras y escogen un sitio para el nido, que es anunciado a las hembras con un vuelo en círculo y una canción. También intentan atraerlas desplegando sus colas. Las hembras se sienten particularmente atraídas hacia los machos con alas y colas simétricas. Los machos que exhiben un mayor grado de simetría consiguen compañera más rápidamente que los asimétricos. La asimetría puede ser el resultado de factores genéticos como la endogamia y las mutaciones o de factores ambientales como la deficiencia alimentaria, la infección de parásitos o la presencia de patógenos. Los individuos afectados por estos factores no solo presentan un mayor grado de asimetría sino también una menor fortaleza y longevidad. Por lo tanto, las hembras que escogen machos simétricos estarían seleccionando machos superiores.[9]
El éxito reproductivo de los machos también está relacionado con la longitud de su cola, siendo las más largas más atractivas para las hembras.[7] [9] [36] [37] Los machos con las plumas de la cola más largas son generalmente más longevos y más resistentes a las enfermedades, por lo que las hembras que los escogen obtienen una ventaja reproductiva indirecta de esta elección, pues plumas largas en la cola señalan la superioridad genética de un individuo que producirá una descendencia más vital.[9] [36] Los machos con colas largas también tienen manchas blancas más grandes en la cola y, debido a que los piojos aviares prefieren las plumas blancas, la presencia de estas grandes manchas blancas sin daños producidos por los parásitos da indicios de la calidad reproductiva de un individuo; existe una relación positiva entre el tamaño de las manchas y el número de descendientes producidos por temporada.[38]
Los machos del norte de Europa tienen colas más largas que los del sur; mientras que en España las colas de los machos son solo un 5 % más largas que las de las hembras, en Finlandia la diferencia es de un 20 %. En Dinamarca, la longitud promedio de la cola del macho se incrementó en un 9 % entre 1984 y 2004, pero es posible que en el futuro los cambios climáticos lleven al desarrollo de colas más cortas a medida que los veranos se vuelvan más cálidos y secos.[39] También existe evidencia de que los machos tienden a escoger compañeras con colas largas.[9]
Los individuos de ambos sexos defienden el nido, pero los machos son particularmente agresivos y territoriales.[4] Las parejas que se han reproducido exitosamente pueden durar varios años.[9] Por otro lado, las cópulas fuera de la pareja son comunes, por lo que esta especie es genéticamente polígama, aunque sea socialmente monógama.[9] [40] Los machos vigilan a las hembras activamente para evitar ser “engañados”.[41] Los machos pueden emplear llamados de alarma falsos para interrumpir intentos de cópulas entre sus parejas y otros machos.[42]
Los machos sin compañera a menudo se asocian con alguna pareja durante incluso toda la temporada reproductiva. Aunque estos “colaboradores” no suelen alimentar a los polluelos, pueden ayudar en la construcción y defensa del nido, incubación de los huevos y empollando a los pequeños. Los colaboradores son predominantemente machos.[
La golondrina común anida típicamente en el interior de edificaciones accesibles como graneros y establos y debajo de puentes y embarcaderos. Antes de que hubiera abundancia de estructuras construidas por el ser humano, las golondrinas comunes anidaban sobre acantilados o en cuevas, pero esto es raro en la actualidad.
El prolijo nido en forma de taza[6] es ubicado sobre una viga o contra una proyección vertical adecuada. Es construido por ambos miembros de la pareja, aunque más a menudo por la hembra, siendo recolectadas las bolitas de barro en sus picos y recubiertas con pasto, plumas, algas de agua dulce y marinas y otros materiales suaves.[4] [9] [43] Las golondrinas comunes pueden anidar en colonias en donde haya una suficiente cantidad de sitios de nidificación de alta calidad y, dentro de la colonia, cada pareja defiende un territorio alrededor del nido, que, en Europa, es de entre 4 y 8 metros cuadrados.[9]
Las hembras depositan de dos a siete huevos ―por lo general, cuatro o cinco―, blancos con manchas rojizas. Los huevos miden 20 por 14 milímetros y pesan 1,9 gramos, de los que el 5 % corresponden al cascarón. En Europa, la hembra se encarga de casi toda la incubación, pero en América del norte el macho puede incubar hasta el 25 % del tiempo. El periodo de incubación es normalmente de entre 14 y 19 días, a los que se suman otros 18 a 23 días antes de que los polluelos altriciales abandonen el nido. Los pequeños ya voladores permanecen junto a sus padres y son alimentados por ellos durante alrededor de una semana más.[4] Para la segunda semana después de haber dejado el nido, los polluelos ya se han dispersado y a menudo viajan a otras colonias de golondrinas. Ambos padres alimentan y protegen a los pequeños y remueven los sacos fecales del nido, si bien las hembras proporcionan un mayor cuidado parental. Los padres pueden alimentar a los polluelos en el nido hasta 400 veces por días. Las golondrinas comunes alimentan a sus pequeños con insectos comprimidos en una bolita, que es transportada al nido en la garganta del adulto.[9] En ocasiones, los polluelos de la primera nidada ayudan en la alimentación de los de la segunda.[
La supervivencia de los nidos durante 10 o 15 años es común con el mantenimiento adecuado y se registró uno que fue ocupado durante 48 años.[8]
El porcentaje de los polluelos que rompen el cascarón es de un 90 %. La mortalidad promedio es de entre un 70 y un 80 % en el primer año y de un 40 a 70 % para los adultos.[4] Aunque la edad récord sea de más de 11 años, la mayoría no supera los cuatro.[4] [9] Los polluelos tienen bocas rojas y prominentes, un rasgo que según se ha demostrado induce a los padres a alimentarlos. La intensidad del color de sus bocas está relacionado con su inmunocompetencia y los polluelos de nidadas de gran tamaño tienen bocas menos vívidas.[44
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